DESARROLLO FÍSICO
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Importancia del movimiento:
etapa de lo motor (saltar, trepar, correr, arrastrarse, etc.). Juegos pelota,
aire libre, bailar… Movimiento facilita el conocimiento del propio cuerpo y el
paso de los reflejos (movimientos automáticos) a movimientos dirigidos
conscientemente por el niño. El movimiento va a permitir, además, el desarrollo y la madurez de las estructuras
neurológicas que están a la base de futuros aprendizajes.
-
A esta edad los niños no
necesitan exceso de juguetes. Es preferible que sean pocos, lo más naturales
posible (para favorecer un adecuado desarrollo del tacto) y que faciliten la
movilidad (p.e. pelota). El niño disfruta mucho del contacto con la naturaleza:
hojas, bayas, frutos, palitos, piedras, agua , arena….les resultan más
fascinantes que cualquier juguete estructurado.
DESARROLLO DEL LENGUAJE
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A partir de los dos
años, es cuando suele darse una mayor evolución en el desarrollo del lenguaje y
algunos niños pasan del lenguaje telegráfico (frases de dos palabras) a
construir frases más largas. También hay niños que viven este desarrollo más
cerca de los tres que de los dos. No comparar. La variabilidad depende de
factores internos (el propio niño, otitis, sexo, mes nacimiento) y externos
(entorno).
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Qué cosas no favorecen:
exceso de alimentos triturados, biberón, chupete, habla infantilizada (ej.
llamar al perro “guau guau”), imitar su lengua de trapo, hablar por ellos o
acabarles las frases, regañarle o reírse de él cuando diga mal una palabra.
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Qué cosas favorecer:
respiración nasal (lavados nasales o enseñarle a sonarse la nariz), pompero,
onomatopeyas, beber con pajita, inflar globos, ser un modelo correcto, utilizar
la corrección indirecta (devolverle la palabra correcta en el transcurso de la
conversación), canciones mímica.
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Música y canciones muy
útiles: fomentan su interés, favorecen ritmo (posterior lectoescritura),
estimulan lenguaje, despiertan curiosidad y centros de interés.
DESARROLLO AFECTIVO
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Para sentirse querido
necesita entorno que aporte seguridad y confianza. Importante favorecer
autonomía: sillita, bibe, comer solos… Suelen reclamarlo ellos mismos.
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Esponjitas: ojo
comunicación no verbal, nuestra actitud favorece su adaptación.
-
Importante autonomía,
límites. Al conocer el límite, el niño
es capaz de anticipar (situación de control) y percibe al adulto como alguien
capaz de protegerle al ser consecuente con el límite que ha puesto. Por ello es
importante anticipar consecuencias, límites claros y refuerzo positivo.
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Regresiones normales
(pacientes, comprensivos y respetuosos)
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No son miniadultos: no
memoria largo plazo (está ligada al lenguaje), empieza a recordar hechos y sí
puede recordar rutinas (ej. lavarse dientes antes acostarse)
-
Aprende por imitación,
no entiende razonamientos que además le cansan, no explicaciones que
intelectualizan. Adulto adecuado modelo imitación (ej. recogemos juguetes con
alegría, que nos ayude)
-
Fase de autoafirmación
“etapa del no”: no es oposicionismo, no son pulsos, pura experimentación,
importante no miniadultos ser flexibles. Buscar conseguir cosas de forma
indirecta y lúdica (bañar al muñeco si él no quiere)
-
A nivel Social: juegos
paralelos con los demás, apego a sus juguetes (invitar a compartir pero no
obligar)
-Importancia
rutinas y límites – Sensación control, son capaces de anticipar, perciben al
adulto alguien que les va a proteger porque es coherente y tiene presencia.
AUTONOMÍA PERSONAL
-
Muchas. Compartimos
nuestro parecer como profesionales y madres pero casos particulares serían a
estudiar.
-
Alimentación: niños sin
problemas graves (pautas pediatría), no obligar, hay etapas (ej. sólo comen
macarrones), paciencia, si sanos y activos no hay q preocuparse porque hay
niños que comen más que otros, pequeñas cantidades alimentos que les gusten, que
pidan ellos más.
-
Sueño: todavía
despertares nocturnos, ojo no transmitirles miedos (ej. “no te va a pasar nada
porque mamá está aquí”), pacientes, muchos necesitan siesta controlar el
horario, rutinas antes de acostarse.
-
Control esfínteres: no
por mucho acelerar se madura más temprano, recaídas no son fracasos. No
castigos, es un proceso, paciencia. Se produce de forma fácil cuando el niño
está maduro, por eso, no conviene acelerarlo ni convertirlo en un martirio.
Señales físicas (ej. seco tras siesta, deposiciones regulares…),
comportamentales (ej. curiosidad, sentado minutos, molesta pañal sucio…) y
cognitivas (dice pipi/caca, comprende
instrucciones….). Fases: acercamiento (es algo natural, papás lo hacen, cuentos
control esfínteres), observación (registro), entrenamiento (llevarle a la hora
prevista, sentado 5-10min, dígale lo que se espera de él, si lo hace refuerzo
positivo y si no, no se dice nada y se prueba la próxima vez que toque).
Recomendaciones: ropa cómoda, no comparar, cuentos, no reñir.
CONDUCTA
- Morder:
-
Cuando esté tranquilo (en ese momento podemos
captar su atención) aprovecharemos para resaltar que se muerde la comida (ej.
momento galleta) o que la boca está para dar besos (ej. espontáneamente bese a
un compañero o a un muñeco).
-
Cada vez que muerda, nos ponemos a su altura
mirándole a los ojos y le decimos (cara seria, voz grave) "Eso no se hace. Has hecho daño a tu
amigo/hermano, mira como llora."
-
Evitar juegos
del tipo "Te voy a comer",
"Te quiero tanto que te como" tan típicos en estas edades
pues potencian el poder de la boca y claro, para ellos ya tiene suficiente
significado.
-
Elogiar cuando no muerde a otro
niño en una situación que anteriormente creemos que hubiera mordido. "Muy bien,
le has cogido su juguete sin hacerle daño" "Muy bien, muerdes el
mordedor y así no haces daño". "¿ Estas cuidando tu muñeca? ¿Lo haces
con besitos? Con la boca se dan besitos, seguro que tu muñeca está muy contenta
de tus cuidados"
- Pegar:
1º. Hablen con sus hijos
- Explíquenle que las
conductas violentas como arañar o pegar son inadecuadas y las consecuencias
negativas que tienen para los demás niños y para él mismo.
2º. No exponer a escenas
violentas
- Deben evitar a toda costa
que los niños presencien escenas violentas, ya sean en películas, videojuegos,
espectáculos deportivos, etc.
- Los niños no distinguen
entre la realidad y la ficción y tratarán de reproducir esas situaciones en su
vida real.
3º. Ejemplo en el hogar
- Los niños aprenden por
imitación, el ejemplo que le den a su hijo o hija será decisivo.
- El niño debe ver en sus
padres un modelo de afrontar las situaciones dialogando, negociando, pero sin
recurrir a la violencia física o verbal. Tengan en cuenta que su hijo les
observa y escucha siempre.
4º. Enséñele otras
opciones
- Los padres deben
enseñarle de manera concreta alternativas a su conducta, es decir, cómo puede
resolver las situaciones de otra manera. - Esto se suele hacer a partir
reflexionando sobre episodios sucedidos en el colegio o en contacto con otros
niños, por ejemplo, en el parque.
5º. No refuerce las
conductas agresivas
- Sin querer, muchas
familias “premian” el comportamiento agresivo de su hijo. Bromeando, presumen
de esta forma de ser ante otros familiares y amigos con comentarios como
“preferimos que él pegue a que le peguen”. De esta forma están aprobando el
comportamiento de su hijo o hija.
- En otros casos, se
etiqueta al niño como “pegón”, lo que también refuerza este tipo de conductas.
6º. Elogie y apruebe
- Sorpréndalo resolviendo
las situaciones adecuadamente, con sus hermanos u otros niños.
- En esos casos, préstele
una especial atención, elógielo y apruebe su conducta.
- Será una forma muy
concreta de decirle: «así me gustaría que actuaras la próxima vez».
7º. Adopte medidas
- Cuando el niño pegue o
agreda a otro niño, adopte medidas de manera que ese comportamiento tenga
consecuencias negativas. Las medidas se deben adoptar lo antes posible.
Rabietas:
Otro
aspecto que suele ser motivo de preocupación en esta etapa es el de las
rabietas, que a esta edad están relacionados a menudo con el cansancio, el
hambre, con encontrarse mal o con una
frustración. En cualquier caso, a través de la rabieta el niño nos comunica
algo que vive y que no encuentra otra forma de expresar, pero que le permite
“soltar”. En general, hay que dejar al niño que suelte su rabia y dolor,
cuidando de que no se haga daño ni a él ni a otros. A veces conviene retirarle
del contexto en el que está, siempre con la presencia, a esta edad, del adulto.
ORIENTACIONES PARA MEJORAR LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN
No le concedan todos los caprichos.
Aumenten su autonomía personal
Cuando llore por pequeñas cosas, no acuda inmediatamente a consolarlo.
Evite que las cosas sean inmediatamente a que él las pida.
Utilice la estrategia de “aquello…después de hacer esto”.
Enséñele que las actividades se comienzan, se realizan y se terminan.
Elogie los logros del niño en este aspecto.
Enseñar a identificar el sentimiento de frustración cuando aparezca.
Enseñar al niño cuándo debe pedir ayuda.
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