Orientaciones familias: la atención (J.A. Marina)


ORIENTACIONES PARA FAMILIAS PARA MEJORAR LA ATENCIÓN Y EL AUTOCONTROL (Jose Antonio Marina)

·               Aprenda a prestar una atención positiva al niño. Elogie inmediatamente cualquier logro. Dedíquele unos veinte minutos al día “especiales”: ¿qué te gustaría hacer?” No olvide que la motivación dirige la atención, todos atendemos a lo que nos interesa.

·               Señale límites claros y sea consistente en mantenerlos. Repita en voz alta para evitar que lo olvide.

·               Divida tareas en pequeñas unidades y enséñele a que él gradue la información para que no sea abrumado por ella

·               Procure que su entorno sea tranquilo, ordenado y rutinario. Establezca rutinas para conseguir hábitos y elogie los logros inmediatamente.

·               Intente conseguir su obediencia. Cuando le mande algo, no le deje solo, quédese, preste atención y haga comentarios positivos por su obediencia. No le mande muchas cosas al mismo tiempo. Si hace algo adecuado espontáneamente, felicítele efusivamente. Anímele a practicar pidiéndole pequeños favores.

·               Enséñele a hablarse a sí mismo y a darse instrucciones.

·               Ayúdele a manejar el tiempo. Muchos niños tienen dificultades para pensar en el futuro. Conviene por ello alargar las recompensas a lo largo del tiempo, para lo que es útil el sistema de fichas. El premio es inmediato (la ficha o los puntos), pero la recompensa se alcanza más tarde (cuando se han conseguido las fi chas necesarias). Fortalece la perseverancia y el aplazamiento de la recompensa.

·               Enséñele a no interrumpir. Una queja muy frecuente de los padres es que sus hijos les interrumpen constantemente. “Es que no puedo ni ir a llamar por teléfono”. Intente conseguirlo elogiando al niño cuando no lo hace.

·               Aprenda a establecer límites y consecuencias. El objetivo es reducir la conducta desafiante, la desobediencia u otras conductas negativas.

·               Aprenda a controlar a su hijo en lugares públicos. La clave es establecer un plan antes de entrar en el lugar concreto y asegurarse de que el niño lo recuerda. Fije las reglas de antemano a la situación. Fije un incentivo para el cumplimiento. Fije una consecuencia negativa para casos de desobediencia. Asígnele una actividad que le distraiga (“ayúdame a buscar el azúcar”).

·               Fomente los sentimientos de cooperación y ayuda, porque favorecen la interacción social, lo que resulta muy importante para inhibir conductas inadecuadas.

·               Ayúdeles a darse cuenta de que están traspasando los límites. Podemos pactar con ellos algún tipo de señal y dársela si vemos que en un momento dado va a comportarse de forma impulsiva. Eso les ayuda mucho. Necesitan muchas “señales de tráfico”.

·               Hay muchos juegos que fortalecen la atención, porque favorecen la realización de las operaciones de procesamiento. La TV fomenta una atención pasiva, pero lo que necesitamos es fomentar la actividad. Los juegos compartidos, la solución de rompecabezas, las actividades de búsqueda, pueden ser muy útiles. El ajedrez, algunas actividades artísticas, deportes que exijan concentración (el judo o las artes marciales), la danza o la música, son eficaces porque unen atención y movimiento (Posner, Rothbard, Sheese y Kieras 2008). 

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