Orientaciones para favorecer la motivación en el alumnado

Nota: la siguiente entrada ha sido elaborada a partir de las siguientes fuentes:

- Revista digital para profesionales de la enseñanza "Temas de Educación".

-Fritzen, S.J. (1988) Ejercicios prácticos de Dinámica de grupos. Editorial Sal Terrae, Santander.

-Garaigordobil Landazabal, Maite (2003): Juegos cooperativos y creativos para niños de 8 a 10 años. Ediciones Pirámide. Madrid.

-Pallarés, M (1986). Técnicas de grupo para educadores. Publicaciones ICCE, Madrid.

-Bueno Álvarez, J.A(2004): “La Motivación del alumno en el aula”. Madrid, 2004. Ed. ICCE. Madrid.


1.- COMIENZO DE LAS ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE: ¿CÓMO CAPTAR LA ATENCIÓN DE LOS ALUMNOS Y HACIA DÓNDE DIRIGIRLA?

1.1.- Activación de la curiosidad:

 Comenzar directamente a explicar puede contribuir a que los alumnos consideren que la  meta es memorizar y aprobar. Y esto lleva al aburrimiento. Por el contrario, dedicar un breve tiempo al inicio de cada tema a plantear situaciones y preguntas que activen la curiosidad puede ser una ayuda muy útil ya que supone orientar el aprendizaje hacia la comprensión de fenómenos, no hacia la memorización de hechos.

 La curiosidad es un proceso activado por características de la información como su novedad, complejidad, carácter inesperado, ambigüedad y variabilidad.

 Algunas ideas son:

 ·      Iniciar la clase con una actividad manipulativa, rompiendo expectativas y haciendo algo “distinto.

 ·     La mayoría de las veces el proceso es explicar- ejercicios- evaluación, es decir, casi siempre explicamos y después pasamos a los problemas. Se puede cambiar la táctica. Primero poner los problemas y después comentar y explicar. Así activamos el pensamiento. No partir de las teorías sino de un caso concreto y al final llegar a tantas conclusiones teóricas.

 ·     Utilizar la técnica “Torbellino de ideas” al presentar el tema. Consiste en que los alumnos digan todo lo que se les ocurra sobre un tema elegido siguiendo tres reglas básicas: Toda crítica está prohibida, escuchar a los demás y proceder con rapidez sin pararse en discusiones de ningún tipo, cada sujeto suelta una frase o expresión sin largas explicaciones.

 ·    Plantear interrogantes: Dividir la clase en pequeños grupos y pedirles que, durante un rato, traten de responder a una pregunta que se les da por escrito en una hoja. fomentar la participación de todos en el trabajo de grupo, dar tiempo para que se realice el contraste de distintos puntos de vista y al conflicto cognitivo, motor muy importante del aprendizaje. Después el coordinador del grupo contestará las preguntas en una puesta en común.


1.2.- Explicitación de la relevancia de la tarea:

 

El segundo factor que condiciona la intención con que el alumno va a abordar el trabajo escolar es la percepción de la relevancia de los contenidos que debe aprender o de la tarea que ha de realizar. Todo alumno se plantea la pregunta “¿Para qué necesito saber esto?”. Implica la búsqueda del significado, instrumental o de meta, de lo que se ha de aprender y de su respuesta depende la atención, el estudio o realización de una tarea y, en consecuencia, el esfuerzo que va a poner en todo ello.

 

El significado que otorgan a una actividad depende de dos factores:

 ·         Grado en que son capaces de situar la tarea en el contexto de lo que ya saben.

·         Que sean capaces de determinar las implicaciones futuras de su realización.

 Estos factores están en parte supeditados a la actividad de los profesores, ya que podemos o no relacionar el contenido de la instrucción con las experiencias, los conocimientos previos y los valores de los alumnos.

 Por ejemplo si damos a nuestros alumnos un texto sin ningún signo de puntuación y les pedimos que lo lean y no lo comprenden será útil para mostrarles la relevancia de aprender el uso adecuado de los signos de puntuación. El profesor debe plantearse algunas preguntas:

 ·         ¿Qué pretendo que aprendan mis alumnos? Ortografía y puntuación.

·      ¿Para qué puede ser útil conocer lo que pretendo enseñar? Expresar adecuadamente la información por escrito.

·      ¿Qué situaciones o problemas de los que pueden interesar a mis alumnos tienen que ver con lo que pretendo enseñar? Escribir una carta a un amigo, 

 Además de diseñar situaciones como la descrita, podemos hacer más o menos explícita la meta para que pueda ser importante aprender lo que se presenta o realizar la actividad que  se propone simplemente diciéndolo, esto es, indicando directamente su funcionalidad. Por ejemplo en una clase en que se va a trabajar la redacción de textos que contienen instrucciones o procedimientos, el profesor puede señalar los siguientes objetivos, cada uno tiene que ver con una meta distinta:

 a)      “Vamos a aprender a dar instrucciones de modo preciso para que quien las lea haga lo que indicamos sin cometer errores”. Este mensaje subraya la relevancia interna, directa, de la tarea.

b)      “Vais a estudiar esta lección y hacer la redacción que se indica porque luego os voy a poner un control y el que no lo pase tendrá suspenso la evaluación “. Este mensaje subraya que el aprendizaje ayuda a evitar una situación aversiva.

c)      “Vamos a ver quien es capaz de escribir mejor una redacción”. Aquí lo importante no es aprender sino superar a los demás.

 De ahí la importancia de que evaluemos los mensajes mediante los que transmitimos la idea de las metas que están en juego y de que , si procede, las modifiquemos.

 Si no ponemos de manifiesto el valor de lo que se realiza o si no hacemos explícito dicho valor lo más probable es que muchos de nuestros alumnos no perciban su relevancia y no afronten el trabajo escolar con la motivación apropiada.

 

1.3.- Activación y mantenimiento del interés:

 

1.3.1.- Mantenimiento del interés de los alumnos durante el desarrollo de la clase:

 

·         Activación de los conocimientos previos.

·      Uso de un discurso jerarquizado y cohesionado a un ritmo fácil de seguir: Al explicar no debe haber saltos, ni frases inacabadas ni sobrentendidos. A veces en clases de Matemáticas podemos pasar por alto un determinado paso que suponemos sabido y , sin embargo, varios de los alumnos no lo han entendido. Otro punto a tener en cuenta es la velocidad con la que hablamos. Que los profesores lleven un ritmo demasiado rápido es perjudicial para la motivación y el aprendizaje. Debemos ir comprobando que todos  nuestros alumnos, no sólo los más listos, están comprendiendo lo que explicamos.

·      Uso de ilustraciones y ejemplos: Los conceptos, para los alumnos, son abstractos, necesitan el apoyo visual de ejemplos e ilustraciones.

·      Uso de un contexto narrativo: Que la explicación se desarrolle de manera narrativa despierta interés, especialmente si el oyente se identifica con algún personaje. Se retiene  un contexto narrativo más que la mera exposición de un concepto. En Ed. Primaria se pueden exponer muchos conceptos a modo de cuento o narración.

 

1.3.2.- Mantenimiento del interés de los alumnos cuando trabajan solos:

 

Cuando han de resolver problemas, hacer una redacción, realizar dibujos, etc, los factores que controlan el mantenimiento de la atención son fundamentalmente de tipo personal. Por un lado está el hecho de que la tarea no sea trivial, que supongan un cierto desafío y, por otra parte, está la capacidad de autorregulación de la propia actividad mediante autoinstrucciones y automensajes

 

Por ej. Para resolver un problema hay que pensar: ¿Qué me piden hallar?, ¿Qué necesito saber para poder responder? ¿Qué información necesito para averiguarlo?¿Qué datos me permiten hallarlo? Veamos ¿Qué me pedían?.

 

Recordarles que lo importante es aprender a realizar la tarea más que el hecho mismo de resolverla. No se debe buscar la perfección, sino progresos parciales. Por ej. Una profesora de Inglés al poner a sus alumnos un CD que deben escuchar puede indicarles “No hace falta que entendáis todo lo que dicen, sí la idea principal”. Así proporcionamos objetivos intermedios, evitando bloqueos y perdida de interés.

 

El mantenimiento del interés depende también de la ausencia de factores ambientales que puedan contribuir a la distracción de los alumnos, tales como ruidos, interrupciones, etc, que se deben suprimirse en la medida de lo posible, (por ej, cerrando la ventana o la puerta).

 

 2.- DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE: ¿QUÉ PAUTAS DE ACTUACIÓN DEBEN ADOPTARSE?

 

2.1.- Pautas de actuación que contribuyen que el profesor muestre la aceptación incondicional del alumno:

 

Hay estudios que demuestran que el rendimiento escolar aumenta cuando el alumno capta que el profesor les “escucha”, de una manera activa, se preocupa de que cada uno aprenda, sin compararles con los demás y señalando los progresos y no sólo lo negativo, sin existir favoritismos. En la medida en que se sientan escuchados y que sienten que el profesor quiere ayudarles, tienden a rendir más.

 

2.2.- ¿Qué podemos hacer para contribuir a la autonomía en el trabajo?

 

Para que el trabajo sea autónomo, uno de los objetivos que es preciso conseguir es que el alumno trabaje sin encontrarse obligado, sino de buena gana. Algunos consejos:

 

·      Explicitar la funcionalidad de las tareas, mostrar su relevancia para que descubran el sentido y valor de las actividades que van a realizar.

 

·      Dar el máximo de posibilidades de opción y decisión, facilitando la responsabilización personal. Debe haber un clima de libertad para intervenir y preguntar, aceptando cualquier pregunta por tonta que sea.

 

·      Darle participación en la planificación de su proceso de aprendizaje, eligiendo entre posibles tareas, estableciendo algunos objetivos a alcanzar, escogiendo los compañeros para realización de trabajos en grupo, etc.

 

2.3.- Facilitar la experiencia de aprendizaje, que sientan que están aprendiendo:

 

Todo lo anterior no nos sirve si el alumno no percibe que progresa y que cuando lo intenta, aprende. Es decir que experimenten que si se esfuerzan serán más competentes. Para ayudarles a ello tenemos que analizar:

 

 2.3.1.- El diseño de las tareas de aprendizaje:

 

Cinco objetivos deben conseguirse al diseñar las tareas de aprendizaje para que motiven realmente a aprender:

 

·   Centrar la atención de los alumnos en los aspectos más significativos y relevantes de los contenidos.

·   Despertar en ellos la curiosidad y el interés mediante actividades novedosas y diversas.

·   Plantearles acciones que impliquen un desafío razonable.

·   Ayudarles a plantearse metas realistas a corto plazo.

·   Apoyar el desarrollo y uso de estrategias de aprendizaje efectivas.

 

Los cuatro primeros ya los hemos comentado. Respecto al último, se considera que es uno de los elementos con mayor repercusión motivacional. Hay que facilitar estrategias que posibiliten aprender autónomamente y a "aprender a pensar". Es decir enseñar a aprender y enseñar a pensar. Existen numerosas investigaciones realizadas en relación con la adquisición de habilidades cognitivas básicas (observar, recoger información, comparar, etc) y con la mejora de capacidades diversas (de razonar, de resolver problemas, de comprender la información al leer, de expresarse por escrito, de aprender y recordar información) recogidas en trabajos de diversos autores como Feuerstein y otros, 80 y Alonso Tapia, 91, 95. , que han puesto de manifiesto la efectividad con que aprendemos a pensar y, como consecuencia, la experiencia de progreso en nuesTro aprendizaje con la consiguiente motivación que tal experiencia genera.

 

2.3.2. - La interacción profesor-alumno a lo largo de las tareas:

 

Es uno de los factores más motivacionales. La interacción tiene tres componentes:

 

-      Los mensajes dirigidos por el profesor antes, durante y después de las tareas escolares.(Ver cuadro resumen). Mensajes del tipo "Cómo sigas así no vas a llegar a ninguna parte", "Te estás quedando la última", etc deben eliminarse del repertorio de todo profesor  que intente mejorar la autoestima de sus alumnos.

 

-   Las recompensas que da a los alumnos. Los elogios y las recompensas tangibles son unos reforzadores positivos muy efectivos para la motivación extrínseca. No podemos acostumbrara nuestros alumnos a trabajar pensando siempre en un reforzador.

 

-   Los modelos de actuación que ofrece con su comportamiento. "No hables tanto y predica con   el ejemplo": este dicho se aplica también al tema que nos ocupa. Debemos expresar    en voz alta lo que pensamos sobre nuestros aciertos y errores, nuestras preferencias  respecto al trabajo, nuestras expectativas.

 

Por ej, cuando tratamos de resolver un problema podemos ir diciendo  "Veamos  esto  es fácil, ¿Porqué no me sale? ¿Qué hago mal?...Voy a pensarlo.

 

Somos modelos para los alumnos y así le enseñamos cómo afrontar una dificultad. Esto debe ser objeto de reflexión de todo profesor.

 

-     Los mensajes que un profesor emite al término de una tarea tienen repercusiones motivacionales de distinto signo. Ej. “Pensad que lo importante es que hayaís aprendido el procedimiento para resolver este tipo de problemas, no que ahora los tengaís bien resueltos” . Se facilita que los alumnos se fijen en el proceso que han seguido, que tomen conciencia de lo que han aprendido. No importa ir despacio y cometer errores, siempre que se avance. Patrones de actuación inedecuados serían comentarios del tipo: “ Como sigas así no vas a llegar a ninguna parte” o realizar comparaciones con los compañeros “Te estás quedando la última, a ver si te esfuerzas” (amenazas contra la autoestima).


2.3.3.- Tipos de interacciones entre iguales que se producen a lo largo de las clases. 

 

Las distintas formas de interacción promovidas por el profesor tienen diferentes efectos sobre la motivación:

 

-  Interacciones de tipo competitivo: La interacción competitiva tiene efectos negativos sobre la motivación para la mayoría de los alumnos, porque siempre hay más perdedores y la mayoría se desmotiva.

 

-  Trabajo individual: Depende de la tarea. Si la tarea es leer, escribir, consolidar destrezas de cálculo, por ej) es preferible de forma individual. Pero si la tarea consiste en buscar, recoger y analizar información la actuación individual no facilita el que las cosas se vean desde distintos puntos de vista, por lo que no es la más adecuada.

 

-    Interacciones de tipo cooperativo: “Tutoría entre iguales”: A veces los profesores pedimos a un alumno más avanzado que ayude a un compañero, con lo que creamos una situación de tutoría. Las ventajas de esta técnica, si el alumno ayuda voluntariamente, sin obligaciones, son varias: Aumenta la autoestima del que ayuda, la necesidad de expresar los contenidos de modo que el tutorizado los entienda le obliga a elaborarlos con mayor precisión, si el tutor hace bien su papel, el tutorizado puede aprender y experimentar que aprende aumenta su motivación. Existen otras muchas actividades que se realizan mediante colaboración cooperativa. Los estudios demuestran que el trabajo cooperativo es útil para estimular el interés y el esfuerzo de los alumnos por aprender, el desarrollo cognitivo y el rendimiento.

 


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