Captar la atención en el aula


PAUTAS Y ESTRATEGIAS DE LA FUNDACIÓN ADANA  AQUÍ  

APORTACIONES DE CHEMA LÁZARO PARA CAPTAR LA ATENCIÓN DEL ALUMNADO 



 
IDEAS PRÁCTICAS QUE NOS SUGIERE LA INVESTIGACIÓN SOBRE ATENCIÓN


-   Temporizar: aprovechar los primeros minutos de la clase para enseñar los contenidos más importantes para luego seguir con bloques que no superen los diez o quince minutos y así poder optimizar la atención.

-       Parones activos: la investigación indica que mejoran la concentración. Por ejemplo:
o   Parar la clase para salir al patio, dar una vuelta corriendo y volver a clase
o    Moverse libremente por la clase buscando pistas que el profesor haya dejado a modo juego.
o   Juegos como el ajedrez, actividades manuales, puzles...

-       Contextualizar los aprendizajes: la realización de tareas o proyectos vinculados a situaciones reales siempre despertará la curiosidad más fácilmente vinculando el aprendizaje a cuestiones concretas, alejándonos de las típicas tareas académicas tantas veces abstractas y descontextualizadas.

-       Memoria explícita: requiere enfoque asociativo donde es muy importante la reflexión-comparación y análisis. Las investigaciones dicen que al distribuir la práctica en el tiempo se optiomiza la motivación de logro. Al intentar recordar, se modifica nuestra memoria y está reconstruyéndose el conocimiento importante para el aprendizaje, se puede hacer mediante cuestionarios en el aula.

-       Profesor activo: que se mueve por el aula y cambia el tono de voz porque los contrastes sensoriales atraen la atención del alumno.

-       Aumentar las salidas por la naturaleza: Un simple paseo por un entorno natural de unos 20 minutos puede combatir la fatiga mental que les provoca la atención focalizada. Qué importante para el cerebro y el aprendizaje es abrir las puertas del aula y la escuela a la realidad cotidiana y a la naturaleza

-       Actividades artísticas: como el baile, la música o el teatro porque requieren control motor, emocional y cognitivo.

-       Diálogo interno: se ha comprobado que los programas de educación emocional donde se enseñan a los alumnos estrategias que facilitan la mejora de su diálogo interno, la resolución de problemas o la organización de las tareas, mejoran su atención.

-       La organización del aula: Somos seres sociales y aprendemos observando e imitando. El cerebro es un órgano social que aprende de otros y con otros. En los seres humanos, las neuronas espejo constituyen el sustrato cerebral de la tendencia automática a imitar que nos caracteriza. Esto permite a nuestro cerebro correlacionar acciones propias con ajenas, dotándolas de un significado. Intervienen en el aprendizaje por imitación y en el procesamiento del lenguaje. La capacidad de imitar es la base de la cultura humana. Por ello constituye un importante recurso educativo. La investigación sugiere en cuanto a la disposición del aula, favorecer una organización en forma de ágora para dar las explicaciones y, en pequeños grupos para favorecer el trabajo relacional y la ayuda entre iguales.

-       Trabajo cooperativo: Se ha comprobado que el trabajo cooperativo puede resultar muy beneficioso para el alumnado con TDAH, especialmente en pequeños grupos y cuando enseñan a otros compañeros. Además, eso contribuye a generar un clima emocional positivo. Por ello, vamos a proponer que se programe al menos una vez a la semana se lleve a cabo una sesión completa de trabajo cooperativo.

-       Prácticas en el aula. Los alumnos necesitan aprender procedimientos, porque son los procesos que el cerebro va a necesitar para operar. En la escuela tradicional, los alumnos realizan fundamentalmente tareas de tipo mecánico. Repiten una y otra vez los mismos tipos de ejercicios matemáticos o lingüísticos. En este ámbito educativo la evaluación se basa en la capacidad para hacer esas mecánicas procedimentales. Esto no permite valorar si el alumno ha adquirido las competencias que le van a permitir razonar y trabajar con esa información u otra más compleja. Se sabe que el nivel de trasferencia en el conocimiento con esta metodología no supera el 15%. Lo necesario es trabajar con información en la que tengan que haber razonado y comprendido la mecánica. Si con la metodología tradicional trabajamos una receta (bizcocho), el procedimiento que se llevaría a cabo sería el siguiente: 1ºEl niño lee la receta. 2º La repite y la memoriza. 3º Se evalúa la memorización de la receta. El problema es que de esta forma no se sabe si el niño es capaz de cocinarla. Por este motivo, uno de los principios básicos que defiende la neurodidáctica es que… ¡sin práctica no se aprende!

-       Intenciones de implementación: Una estrategia interesante para combatir la dificultad para aplazar las recompensas es mediante lo que se conoce como intenciones de implementación. Suelen tomar la forma de proposiciones del tipo “si X entonces Y” y sirven para planificar con antelación, como en el caso siguiente: “si me llama mi amiga Cristina le diré que no puedo ir al cine porque tengo que estudiar”. La práctica continuada de este tipo de estrategias posibilita desenvolverse mejor en tareas ejecutivas, como algunas asociadas al control inhibitorio.

-       Recompensas inmediatas: se ha comprobado que resulta beneficioso utilizar recompensas inmediatas al acabar las tareas asignadas. Pero ello requiere una supervisión del adulto y suministrar un feedback frecuente e inmediato. Premiar las conductas adecuadas se puede hacer elogiando, animando, o suministrando ciertos privilegios. Pero siempre de forma personal, breve y precisa. Una mano tendida en el hombro mejora mucho el exceso de comunicación oral al que estamos acostumbrados los docentes. La necesidad de las consecuencias inmediatas hace muy útil que el niño vaya informando de forma continuada sobre el trabajo que está realizando.

-       Cognición-Emoción relacionadas: los niños con dificultades de aprendizaje es probable que hayan vivido repetidas experiencias negativas al resolver tareas escolares (numerosos suspensos, sentimientos de inferioridad, rechazo de los compañeros, frustraciones, etc.), alimentando así una baja autoestima y, en consecuencia, estos niños y niñas van construyendo una identidad negativa de sí mismos. Esta relación nos ayuda a concebir la idea de que la emoción y la cognición están interrelacionadas.  El estado emocional condiciona fuertemente el funcionamiento del cerebro. El estado de ánimo puede modular las funciones cerebrales superiores (lenguaje, toma de decisiones, memoria, percepción, atención…), determinando la adquisición de nuevos conocimientos. Hoy sabemos que las emociones positivas mejoran procesos como la atención, la memoria o la resolución creativa de problemas. La observación de diferentes imágenes, actúa como estímulo que activa el sistema límbico. Esto favorece  el uso de las memorias significativas. Es esencial utilizar estímulos atractivos y fomentar emociones positivas.

-       Las experiencias de éxito. La mayoría de nuestras interacciones cotidianas online están asociadas al uso de herramientas y al intercambio o adquisición de información. Cuando esta información tiene un contenido emocional, o involucra estímulos relacionados con el “éxito” y el “fracaso” la experiencia adquiere una intensidad mucho mayor, que fija los recuerdos y genera vínculos.

Además también podéis consultar este artículo de estrategias prácticas http://www.equipoautismotgdmurcia.es/estrategias-didacticas-atencion.pdf

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